Herr Kitschfilm, “el señor Pelicursi” según un amigo que sabe mucho de filosofía, (¿Verdad que suena como apellido italiano?), ahora se cuela en mis viajes y me sigue escondido en el equipaje. Recién llegados al Alto Paraná vamos al supermercado y en la góndola de los dulces descubrimos la verdad recreada. ¿Quién no tiene culpa? …
